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Introducción
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Las lecturas de hoy tienen una enseñanza muy clara. En la primera, tomada del libro de los Números, Moisés el líder de Israel, ante el agobio que siente por la tarea de formar y conducir a su pueblo a través del desierto, decide repartir parte de su espíritu distribuyéndolo entre un grupo de ancianos para que le ayuden en su misión. Pero enseguida recoge la acusación contra alguien que está profetizando en su nombre sin ser elegido, pero Moisés lejos de enojarse, exclama: ¡Ojala todo el pueblo de Israel fuera profeta!
El profetismo que soñara Moisés está muy bien diseñado por el Concilio Vaticano II. Todos los cristianos tienen esta condición de profeta ya que participan de la misión profética de Jesucristo. El profeta no es un adivino ni un visionario del futuro, sino el que descubre la presencia de Dios en el mundo y, con el testimonio de su vida, llama la atención para que sus contemporáneos encuentren esa presencia de lo Absoluto que sigue hablándonos en los ambientes más insospechados.
El evangelio, parece dar un paso más en esta misma línea. Jesús, también escucha a sus discípulos escandalizados por la conducta de alguien, “que no es de los nuestros”, pero que está expulsando demonios y les dice: No se lo impidáis. Quien no está contra nosotros está con nosotros.
La enseñanza de Jesús es muy clara, si le seguimos debemos estar abiertos a todo lo bueno y positivo que está presente en el mundo, porque siempre es un signo profético, siempre será una manifestación del amor de Dios venga de donde venga.
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| Fr. Jesús Mª Gallego Díez O.P. Convento de Ntra. Sra. de Atocha (Madrid)
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Lecturas
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Primera Lectura
Lectura del Libro de los Números 11, 25-29
En aquellos días el Señor bajó en la nube, habló con Moisés y, apartando algo del espíritu que poseía, se lo pasó a los setenta ancianos; al posarse sobre ellos el espíritu se pusieron en seguida a profetizar. Habían quedado en el campamento dos del grupo, llamados Eldad y Medad; aunque estaban en la lista no habían acudido a la tienda, pero el espíritu se posó sobre ellos y se pusieron a profetizar en el campamento. Un muchacho corrió a contárselo a Moisés: –Eldad y Medad están profetizando en el campamento. Josué, hijo de Nun, ayudante de Moisés desde joven, intervino: –Moisés, señor mío, prohíbeselo. Moisés les respondió: –¿Estás celoso de mí? ¡Ojalá todo el pueblo del Señor fuera profeta y recibiera el espíritu del Señor!
Palabra de Dios
Salmo
Sal. 18, 8. 10. 12-13. 14 R: Los mandatos del Señor alegran el corazón.
La ley del Señor es perfecta y es descanso del alma; el precepto del Señor es fiel e instruye al ignorante.
La voluntad del Señor es pura y eternamente estable; los mandamientos del Señor son verdaderos y enteramente justos.
Aunque tu siervo vigila para guardarlos con cuidado, ¿quién conoce sus faltas? Absuélveme de lo que se me oculta.
Preserva a tu siervo de la arrogancia, para que no me domine: así quedaré libre e inocente del gran pecado.
Segunda Lectura
Lectura de la carta del Apóstol Santiago 5, 1-6
Ahora, vosotros, los ricos, llorad y lamentaos por las desgracias que os han tocado. Vuestra riqueza está corrompida y vuestros vestidos están apolillados. Vuestro oro y vuestra plata están herrumbrados, y esa herrumbre será un testimonio contra vosotros y devorará vuestra carne como el fuego. ¡Habéis amontonado riqueza, precisamente ahora, en el tiempo final! El jornal defraudado a los obreros que han cosechado vuestros campos está clamando contra vosotros; y los gritos de los segadores han llegado hasta el oído del Señor de los ejércitos. Habéis vivido en este mundo con lujo y entregados al placer. Os habéis cebado para el día de la matanza. Condenasteis y matasteis al justo; él no os resiste.
palabra de Dios
Evangelio del día
Lectura del santo Evangelio según San Marcos 9, 38-43. 45. 47-48
En aquel tiempo, dijo Juan a Jesús: –Maestro, hemos visto a uno que echaba demonios en tu nombre, y se lo hemos querido impedir, porque no es de los nuestros. Jesús respondió: –No se lo impidáis, porque uno que hace milagros en mi nombre no puede luego hablar mal de mí. El que no está contra nosotros está a favor nuestro. El que os dé a beber un vaso de agua, porque seguís al Mesías, os aseguro que no se quedará sin recompensa. El que escandalice a uno de estos pequeñuelos que creen, más le valdría que le encajasen en el cuello una piedra de molino y lo echasen al mar. Si tu mano te hace caer, córtatela: más te vale entrar manco en la vida que ir con las dos manos al abismo, al fuego que no se apaga. Y si tu pie te hace caer, córtatelo: más te vale entrar cojo en la vida que ser echado con los dos pies al abismo. Y si tu ojo te hace caer, sácatelo: más te vale entrar tuerto en el Reino de Dios que ser echado al abismo con los dos ojos, donde el gusano no muere y el fuego no se apaga.
Palabra del Señor. |
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