Teofanía,
¿qué significa esta palabra? Que Dios se manifiesta, se muestra. El
icono de la epifanía/teofanía en occidente es la adoración de los Magos y
en oriente el bautismo de Jesús en el Jordán. He aquí el sentido de la
fiesta de hoy: en el Jordán se manifiesta la identidad profunda de Jesús
(el Hijo) y antes del inicio de su ministerio público se manifiesta y
confiesa la identidad de Dios como Trinidad: voz del Padre, bautismo del
Hijo y envío del ES. El Bautismo de Jesús también supone otro tipo de
manifestación, la presencia de Dios actuando en Jesús: Presentación en
público del verdadero origen y misión de Jesucristo.
Nos encanta
la comunicación y estar bien comunicados (móviles, ordenadores,
teléfonos, etc.) Casi no quedan bolsos o bolsillos sin su móvil. Nos
gusta sentirnos acompañados, compartir intimidad, estar informados y
todo eso al momento. ¿De dónde vendrá este deseo de “comunicación” que
parece inscrito en nuestro ADN? ¿Será porque fuimos creados a imagen y
semejanza del Dios Trino? Quizás de ahí proceda nuestro deseo de
comunión y comunicación.
En la Trinidad, a cuya vida nos
incorporamos por el bautismo y la fe, Padre, Hijo y ES están
“conectados” entre sí de un modo único e inagotable. En su seno todos
tenemos sitio. Esa comunicación de amor y alegría es nuestro origen y
meta, parte de nuestra identidad. |
Primera Lectura
Lectura del libro de Isaías 42, 1-4. 6-7
Así dice el Señor:
«Mirad a mi siervo, a quien sostengo;
mi elegido, a quien prefiero.
Sobre él he puesto mi espíritu,
para que traiga el derecho a las naciones.
No gritará, no clamará,
no voceara por las calles.
La caña cascada no la quebrará,
el pábilo vacilante no lo apagará.
Promoverá fielmente el derecho,
no vacilará ni se quebrará,
hasta implantar el derecho en la tierra,
y sus leyes que esperan las islas.
Yo, el Señor, te he llamado con justicia,
te he cogido de la mano,
te he formado, y te he hecho
alianza de un pueblo, luz de las naciones.
Para que abras los ojos de los ciegos,
saques a los cautivos de la prisión,
y de la mazmorra a los que habitan las tinieblas.»
NOTA:
En este ciclo B el Calendario litúrgico de la Conferencia Episcopal
Española indica otra primera lectura que puede utilizarse también:
Isaías 55, 1-11. El comentario bíblico de fr. Miguel de Burgos analiza
esta lectura alternativa.
Salmo
Sal 28, 1a. 2. 3ac-4. 3b y 9b-10 R. El Señor bendice a su pueblo con la paz.
Hijos de Dios, aclamad al Señor,
aclamad la gloria del nombre del Señor,
postraos ante el Señor en el atrio sagrado. R.
La voz del Señor sobre las aguas,
el Señor sobre las aguas torrenciales.
La voz del Señor es potente,
la voz del Señor es magnífica. R.
El Dios de la gloria ha tronado.
En su templo un grito unánime: «¡Gloria!»
El Señor se sienta por encima del aguacero,
el Señor se sienta como rey eterno. R.
Palabra de Dios
Segunda Lectura
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 10, 34-38
En aquellos días, Pedro tomó la palabra y dijo:
–
«Está claro que Dios no hace distinciones; acepta al que lo teme y
practica la justicia, sea de la nación que sea. Envió su palabra a los
israelitas, anunciando la paz que traería Jesucristo, el Señor de todos.
Conocéis
lo que sucedió en el país de los judíos, cuando Juan predicaba el
bautismo, aunque la cosa empezó en Galilea. Me refiero a Jesús de
Nazaret, ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo, que pasó
haciendo el bien y curando a los oprimidos por el diablo, porque Dios
estaba con él.»
NOTA: En este ciclo B el calendario litúrgico
ofrece otra segunda lectura que puede utilizarse también: 1 Juan 5, 1-9.
El comentario bíblico de fr. Miguel de Burgos analiza esta lectura
alternativa.
Palabra de Dios
Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Marcos 1, 7-11
En aquel tiempo, proclamaba Juan:
– «Detrás de mí viene el que puede más que yo, y yo no merezco agacharme para desatarle las sandalias.
Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo.»
Por entonces llegó Jesús desde Nazaret de Galilea a que Juan lo bautizara en el Jordán.
Apenas salió del agua, vio rasgarse el cielo y al Espíritu bajar hacia él como una paloma. Se oyó una voz del cielo:
–«Tú eres mi Hijo amado, mi predilecto.»
Palabra del Señor |
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