•
Confesarse a menudo y bien (si es
posible cada semana).
·
El
demonio teme tanto la confesión que hará
todo por impedirla. La
presencia, en la casa, de una
persona que blasfeme o no
practique es un
gran obstáculo para
la liberación.
•
Rezar mañana
y noche, y antes y después de
las comidas.
•
Rezar
cada día un rosario
entero: Misterios Gozosos o
Luminosos, Dolorosos y Gloriosos. Sor Lucía de Fátima dijo al padre
Frientes "No hay problema
ni asunto de orden
temporal y sobre todo
espiritual, por difícil que sea, en cada una de nuestras vidas personales, de nuestras familias, de las familias del mundo o de las comunidades
religiosas o incluso de la vida de los
pueblos y de las naciones,
que no pueda ser resuelta por el Rosario." Rezarlo con fe y lentamente.
•
Un
caminar serio en
la fe, instruyéndonos en
nuestra religión, y una verdadera vuelta a Dios.
¨
Cada día (si
es posible) la santa
misa y la santa comunión. No podemos vencer al Maligno sin participar en el santo
sacrificio y sin recibir cada día la santa comunión.
·
., Hacer
actas de
fe cada día
a nuestro Señor
diciéndole que le amamos y que
queremos amarle.
•
Ayunar como Jesús lo ha recomendado.
•
Hacer tantas oraciones de liberación como
podamos.
·
Hacer
siempre la oración a nuestro ángel de la
guarda.
¨
La
adoración eucarística.
•
Las
oraciones de liberación
y de exorcismo
hechas por un sacerdote.
·
. Usar a menudo agua exorcizada y sal exorcizada:
la sal sirve para sazonar la
comida y la podemos poner en las cuatro esquinas
de la sala.
Podemos llevar encima
un poco de sal
exorcizada. La sal
y el aceite
exorcizados tienen gran poder
para proteger las casas y
los lugares contra los
ruidos y las presencias maléficas.
Síntomas de presencias
maléficas Cabeza:
•
Se sufren dolores de cabeza día y noche sin parar.
•
Síntomas de agitaciones que afectan al sueño.
•
Dificultad para dormir,
pesadillas o sueños
con cosas horribles que dan miedo e
impresionan fuertemente el espíritu y lo angustian.
•
Estos síntomas se pueden encontrar juntos o aislados.
•
Mayor fatiga y agotamiento en el momento de levantarse, para
empezar tareas que
antes se hacían
con gusto.
Las perturbaciones del sueño
hacen que se pierda la personalidad
por el debilitamiento de
la capacidad de autocontrol y de autonomía.
Estómago: La manera
más eficaz de
hacer daño suele consistir
en introducir el maleficio en el interior del cuerpo: se suele usar
una comida o una
bebida en la que
se ha mezclado materia maléfica. Síntomas
susceptibles de indicar que se ha tragado un maleficio: dificultad para
digerir, sensación de estómago hinchado, anorexia, dolores o pesadez,
tentativas de vómito
repetidas o incluso
violentas, pero no seguidas de efecto sino de un poco de
saliva.
Aversión hacia lo sagrado : Es evidente
que Satanás hará todo lo
posible para que el
sujeto en cuestión se
aleje de Dios, de la oración
y de los sacramentos. Le alejará
de la eucaristía, le causará desagrado encontrarse en una iglesia,
le provocará náuseas, opresión, pérdida de conciencia y confusión
mema! y, al final,
la persona ya no tendrá tiempo para rezar. Le
resultará imposible concentrarse
a causa de
las distracciones continuas
y será presa de unas invencibles
ganas de bostezar, reír o dormir.
Obstáculos para la liberación
•
El rencor o el rechazo
de perdonar es el
mayor impedimento. "Perdonad y seréis perdonados" (Mt 6,14),
"Perdónanos nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden" (Mt 6,12).
•
La falta de esfuerzo personal. Se espera rodo del sacerdote o de
las personas que oran. Hay que
combatir todos los días.
•
La falta de expiación o de
reparación por nuestros pecados. Nos
incumbe la obligación de reparar con
el amor y la oración.
•
Una práctica de magia, nunca confesada en la infancia, hecha a sabiendas o por diversión.
•
Un pecado grave
no confesado del
que no queremos acusarnos y del que no queremos arrepentirnos y pedir perdón a Dios.
•
Un pacto con Satanás o cualquier otra forma de atadura con el
demonio para obtener
algo de él,
que ocultamos.
•
El aborto. Los
demonios atormentan a las mujeres
que han abortado y la oración que no soportan es el acto de contrición que se
dice diez veces
seguidas de rodillas.
El demonio teme ramo la confesión que hará todo por impedirla. La presencia,
en la casa, de una persona que
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