Santo
Domingo de Guzmán y la Santísima Virgen
Fue en Tolouse (Francia) en 1214 cuando la
Santísima Virgen se le apareció y le entregó una joya que gana almas
endurecidas, porque Dios quería extender la nueva devoción al Santo Rosario, el
cual la Virgen llamó Salterio (conjunto de Salmos).
Hubo
varias ocasiones más en que Nuestra Señora se le apareció a Santo Domingo,
incluso Jesús le señaló un día la importancia de los sacerdotes de realizar el encuentro
con Dios, antes que administrar los sacramentos. De allí el amor a hacer oración,
particularmente el Santo Rosario, donde Dios en su Misericordia difícilmente rehusaría
colmarlos de gloria.
Santo Domingo pone de relieve los prodigios
realizados gracias a la guía constante de la Santísima Virgen, y así cuando
murió el 6 de agosto de 1221dejó como testamento la forma más propia de
devoción a María: El Rosario.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario