Introducción
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Hoy nos encontramos con unas lecturas la mar de campestres. Ya sabemos que Jesús enseñaba en parábolas y para que lo entendieran, les hablaba de lo que veían a diario: árboles, semillas, campos, vides, plantas, pájaros... Posiblemente, si nos hablara hoy, usaría el lenguaje de las redes sociales e Internet, se dejaría fotografiar y mandaría mensajes vía WhatsApp. Pero, por ahora, nos lo podemos imaginar enseñando a quienes lo seguían a golpe de parábola agrícola o pastoril. Lo que sabemos seguro es que quería que lo entendieran y por eso, hablaba a la gente con su propio lenguaje. Y nosotras, las personas creyentes de hoy, ¿nos hacemos entender?
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| Doña Olivia Pérez Reyes
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Lecturas
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Primera Lectura
Lectura del Profeta Ezequiel 17, 22-24
Esto dice el Señor Dios: «Arrancaré una rama del alto cedro y la plantaré. De sus ramas más altas arrancaré una tierna y la plantaré en la cima de un monte elevado; la plantare en la montaña más alta de Israel, para que eche brotes y de fruto y se haga un cedro noble. Anidarán en él aves de toda pluma, anidarán al abrigo de sus ramas. Y todos los árboles silvestres sabrán que yo soy el Señor, que humilla los árboles altos y ensalza los árboles humildes, que seca los árboles lozanos y hace florecer los arboles secos. Yo, el Señor, lo he dicho y lo haré.
Palabra de Dios: Te alabamos Señor.
Salmo
Sal 91, 2-3, 13-14, 15-16 R/ Es bueno dar gracias al Señor
Es bueno dar gracias al Señor y tañer para tu nombre, oh Altísimo; proclamar por la mañana tu misericordia y por la noche tu fidelidad.
El justo crecerá como la palmera, se alzará como cedro del Líbano; plantado en la casa del Señor, crecerá en los atrios de nuestro Dios.
En la vejez seguirá dando fruto y estará lozano y frondoso; para proclamar que el Señor es justo, que en mi Roca no existe la maldad.
Segunda Lectura
Lectura de la segunda carta del Apóstol San Pablo a los Corintios 5, 6-10
Hermanos: Siempre tenemos confianza, aunque sabemos que, mientras vivimos, estamos desterrados lejos del Señor. Caminamos sin verlo, guiados por la fe. Y es tal nuestra confianza, que preferimos desterrarnos del cuerpo y vivir junto al Señor. Por lo cual, en destierro o en patria, nos esforzamos en agradarle. Porque todos tendremos que comparecer ante el tribunal de Cristo, para recibir premio o castigo por lo que hayamos hecho en esta vida.
Palabra de Dios: Te alabamos Señor.
Evangelio del día
Lectura del santo Evangelio según San Marcos 4, 26-34
En aquel tiempo decía Jesús a las turbas: –El Reino de Dios se parece a un hombre que echa simiente en la tierra. Él duerme de noche, y se levanta de mañana; la semilla germina y va creciendo, sin que él sepa cómo. La tierra va produciendo la cosecha ella sola: primero los tallos, luego la espiga, después el grano. Cuando el grano está a punto, se mete la hoz, porque ha llegado la siega. Dijo también: –¿Con qué podemos comparar el Reino de Dios? ¿Qué parábola usaremos? Con un grano de mostaza: al sembrarlo en la tierra es la semilla más pequeña, pero después, brota, se hace más alta que las demás hortalizas y echa ramas tan grandes, que los pájaros pueden cobijarse y anidar en ellas. Con muchas parábolas parecidas les exponía la Palabra, acomodándose a su entender. Todo se lo exponía con parábolas, pero a sus discípulos se lo explicaba todo en privado.
Palabra de Señor: Gloria a ti Señor Jesus.
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