II Congreso Nacional de Laicos de la Congregación
Santo Domingo.
7 y 8 de noviembre de 2014 Caracas, Venezuela
Lugar: Colegio Santa Rosa de Lima.
Participantes:
Delegación
de Fátima – Boconó
Delegación
Santa Rosa – Guasdualito
Delegación
Santo Domingo – Caracas (LASD)
Delegación
Santa Rosa de Lima – Caracas (LAFD)
Iniciamos con palabras de bienvenida por
parte de Sor María García Priora Provincial, y luego realizamos un brindis de
bienvenida con cena preparada por las laicas en formación.
En la mañana del sábado iniciamos con un
desayuno y luego la oración de los Laudes por parte de las Laicas en Formación;
posteriormente se expusieron los temas elegidos:
Tema
1: Santo Domingo de Guzmán desarrollado por Sor Mary
Su
padre, Félix de Guzmán, era noble acompañante del Rey. Su madre era la Beata
Juana de Aza de quien Domingo recibió su educación primera.
Cuando
tenía seis años fue entregado a un tío suyo, arcipreste, para su educación
literaria. A los catorces años fue enviado al Estudio General de Palencia, el
primero y más famoso de toda esa parte de España, y en el que estudiaban artes
liberales, es decir, todas las ciencias humanas y sagrada teología. El joven
Domingo se entregó de lleno al estudio de la teología.
Eran tiempos de continuas guerras
contra los moros y entre los mismos príncipes cristianos. Una gran hambre
sobrevino a toda aquella región de Palencia. Domingo se compadeció
profundamente de los pobres y les fue entregando sus pertenencias. En los oídos
de Domingo martilleaban las palabras del maestro: "Un mandamiento nuevo os
doy, que os améis los unos a los otros como yo os he amado". Llegó
el momento que solo le quedaba lo que mas preciaba, sus libros. Entonces pensó:
"¿Cómo podré yo seguir estudiando en pieles muertas (pergaminos), cuando
hermanos míos en carne viva se mueren de hambre?". Un día llegó a su
presencia una mujer llorando y le dijo: "Mi hermano ha caído prisionero de
los moros". A Domingo no le queda ya nada que dar. Decide venderse como
esclavo para rescatar al esclavo. Este acto de Domingo conmovió a Palencia.
Domingo
conmovió a la ciudad de Palencia de manera que se produjo un movimiento de
caridad y se hizo innecesario vender sus libros o entregarse como esclavo.
También surgieron vocaciones para la Orden que mas tarde Domingo fundaría.
A
los 24 años de edad, Domingo fue llamado por el obispo de Osma para ser
canónigo de la catedral. A los 25 años fue ordenado sacerdote.
El Rey Alfonso VIII había encargado al Obispo de Osma, en 1203, la misión de
dirigirse a Dinamarca a pedir la mano de una dama de la nobleza para su hijo
Fernando. El Obispo acepta y como compañero de viaje lleva a Domingo. Al pasar
por Francia, Flandes, Renania e Inglaterra, Domingo quedó preocupado al
constatar la extensión de las grandes herejías, los cátaros, valdenses y otras
herejías procedentes del maniqueísmo oriental. Estos negaban muchos dogmas de
la fe católica, incluso la Redención por la Cruz de Cristo y los Sacramentos.
Santo Domingo recibe
el rosario de la Virgen
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En
1207 Domingo, con algunos compañeros, entre ellos el Obispo de Osma, se entrega
de lleno a la vida apostólica, viviendo de limosnas, que diariamente mendigaba,
renunciando a toda comodidad, caminando a pie y descalzo, sin casa ni
habitación propia en la que retirarse a descansar, sin más ropa que la puesta.
Comprendiendo
la necesidad de instruir a aquellas gentes que caían en las herejías, determinó
fundar la Orden de predicadores, dispuestos a recorrer pueblos y ciudades
para llevar a todas partes la luz del Evangelio. Funda centros de apostolado en
todo el sur de Francia. Pero, reconociendo que para combatir las herejías era
necesario una buena formación teológica, busca un doctor en teología que
instruyera a la comunidad. Más tarde, uno de sus discípulos en la orden sería
la lumbrera más grande que haya tenido la iglesia universal: Santo Tomás de
Aquino.
Santo
Domingo fue un gran amigo de San Francisco de Asís, a quien visito y abrazó
efusivamente.
Santo
Domingo poco después fundó la rama femenina de su Orden.
La misión de los dominicos,
predicar para llevar almas a Cristo, encontró grandes dificultades pero la
Virgen vino a su auxilio. Estando en Fangeaux una noche, en oración, tiene una
revelación donde, según la tradición, la Virgen le
revela el Rosario como arma poderosa para ganar almas. Esta
tradición está respaldada por numerosos documentos pontificios.
El
21 de enero de 1217, el Papa Honorio III aprobó definitivamente la obra de
Domingo, la Orden de los predicadores o Dominicos. Murió en Bolonia el 6
de agosto de 1221.
Fue
canonizado por Gregorio IX en 1234. El Papa dijo: "De la santidad de este
hombre estoy tan seguro, como de la santidad de San Pedro y San Pablo".
Resumen
Sto.
Domingo le decía a su hermanos:
Primero
contemplar, y después enseñar.
Predicar
siempre y en todas partes.
Todos
los días pedía a Nuestro Señor la gracia de crecer en el amor hacia Dios y
en la caridad hacia los demás y tener un gran deseo de salvar almas. Esto
mismo recomendaba a sus discípulos que pidieran a Dios constantemente.
Hacía
estrictas penitencias:
Temporadas
de 40 días de ayuno a pan y agua.
Siempre
dormía sobre duras tablas.
Caminaba
descalzo por caminos irisados de piedras y por senderos cubiertos de nieve.
Soportaba
los más terribles insultos sin responder ni una sola palabra.
Predicaba
a pesar de estar enfermo.
Nunca
mostraba desánimo. Era el hombre de gran alegría y del buen humor.
Sus
compañeros decían: "De día nadie más comunicativo y alegre. De noche,
nadie más dedicado a la oración y a la meditación". Pasaba noches enteras
en oración.
Sus
libros favoritos eran el Evangelio de San Mateo y las Cartas de San Pablo.
Siempre los llevaba consigo para leerlos día por día y prácticamente se los
sabía de memoria. A sus discípulos les recomendaba que no pasaran ningún día
sin leer alguna página de la Biblia.
Tema
2: Madre Teresa Titos desarrollado por Sor Yelitza Espinoza
Teresa
de Jesús Titos Garzón, nació en Granada (España), el 4 de enero de 1852.
Ingresó a los 20 años en el Beaterio de Santo Domingo. A los 31 años fue
elegida superiora y dedicó todas sus energías a la renovación espiritual y
material del Beaterio buscando siempre más perfección. Apasionada por
Jesucristo y por la niñez y juventud, especialmente la más pobre, quiso llevar
la luz de la verdad y del amor a todo el mundo. Amplió los horizontes del
Beaterio abriendo un segundo colegio en Motril. Así se constituyó la
Congregación de Santo Domingo, a la que le dejó sus consejos acuñados con su
vida de santidad.
“Nuestra
perfección consiste en hacer bien las obras ordinarias. Al Señor que nos lo da
todo no se puede dejar con hambre. El bolsillo de Dios es muy grande y siempre
está lleno. Para el Señor no hay economías, si es preciso nos empeñaremos.
Nadie fió en el Señor y fue engañado. La religiosa que ama a Jesucristo ha de
conocerse en todas sus obras, palabras y pensamientos, como al que tiene
padecida la garganta, que todos tienen que notárselo. ¡Qué locas somos si no
somos santas!. Aprovechad, hijas y no desperdicies el tiempo.”
“Nosotras
somos las auxiliadoras de Dios. Trabajen por estudiar, corregir y perfeccionar
según las miras de Dios el corazón y el entendimiento de las niñas que estén a
su cargo. Esta obra exige de parte de las maestras una fe ardiente, un grande
cuidado, mucho discernimiento y prudencia, ciencia, una constante atención y un
recurso continuo a Dios. Cultiven el entendimiento de las niñas al gusto de lo
verdadero y previniéndolo contra el contagio de los errores. También procurarán
que las niñas adelanten en todos los ramos que componen la completa educación
de una señorita. Como la principal misión de la religiosa dominica es formar
corazones sólo para Dios, no dejará pasar ocasión oportuna en que no las
instruya en las máximas de nuestra santa religión, sobre todo en la Doctrina
cristiana, presencia de Dios, amor al Santísimo Sacramento, devoción a la
Santísima Virgen, rezo del rosario, la meditación y el examen de conciencia,
todos los desvelos que en esto pongan las religiosas serán pocos, dada la alta
misión a que está llamada a desempeñar la mujer católica en la sociedad.”
“Ningún
servicio prestado al prójimo puede dispensarlas jamás de trabajar en su propia
santificación...Guardarán de tal modo las obras exteriores que tengan tiempo
suficiente para practicar todos los actos religiosos que para su perfección
están ordenados...”
Tema
3: Estatutos de Laicos Asociados a la Congregación desarrollados Glorimar Useche
y Leda Vaccaro
Los
laicos dominicos son cristianos que se proponen vivir intensamente su
consagración bautismal, tomando como modelo a Santo Domingo y su forma
específica de reflejar el Evangelio.
Con
gozo y esperanza la Congregación abre sus puertas a los Laicos Asociados (LACSD)
consciente que el Carisma puede y debe ser compartido, LACSD son parte
integrante de la misma, su incorporación implica compromiso permanente en sus vidas,
su participación se regula por el Estatuto, están formados por hombres y mujeres
que han de nutrirse de la palabra a través del estudio.
La
naturaleza y finalidad de la Congregación Dominica es promover la fraternidad de LACSD inspirada en el Carisma
de Santo Domingo según lo vivió la Madre Teresa Titos. Está representada por:
Una Religiosa delegada la cual acompaña la Fraternidad LACSD y su finalidad es
promover y potenciar la vida y misión del laico en la Iglesia, comprometiéndose
a ser miembro activo de la Iglesia, Descubrir la dignidad de la vocación cristiana,
Permanecer en actitud de servicio, Ofrecer un estilo de vida fraterno, sencillo
y alegre, Contemplar a María, Ejercitarse en la oración.
Los
LACSD entran en comunión con la Congregación teniendo como punto de referencia
Santo Domingo y la Madre Teresa Titos. En el proyecto de vida de LACSD los
elementos que determinan el Perfil Espiritual son:
Vida
de oración y contemplación.
Dimensión
Eclesial.
Formación
y estudio.
Compromiso
evangelizador.
Dimensión
Fraterna.
Dimensión
Mariana.
Puede
integrarse como LASCD quien quiera vivir las exigencias del compromiso
cristiano según el carisma dominico contribuyendo a la extensión del Reino.
¿Qué
aporta la fraternidad a su vivencia de fe?
Es
en la fraternidad, donde nos formamos, para la evangelización personal y
grupal, es en la experiencia grupal, donde se da ese encuentro cercano con el
señor, que nos invita a contemplar y vivir lo contemplado, es desde la
fraternidad donde fortalecemos la oración grupal y luego individual,
donde
se planifica proyectándonos en el futuro, siempre desde el discernimiento de lo
que el señor tiene y quiere para el grupo, la fraternidad, aporta el fortalecimiento
de la Fe, oración, formación Cristiana, es el lugar donde se hacen nuevas
amistades, donde se comparte y se crece desde las experiencias del día a día,
siempre con un norte fijo, JESUS…
¿Qué
atención considera que deben tener por parte de la comunidad local, provincial
y la congragación respecto a las fraternidades?
Toda
persona que entra a una fraternidad Dominicana, lo hace respondiendo a un
llamado de Dios, lo que quiere decir que es una vocación de servicio, desde el
compromiso laical, por lo tanto, su acompañamiento espiritual debe estar en
manos de una religiosa, se les debe ver como una hermana más, aunque no con los
mismos derechos y responsabilidades, pero si con el mismo amor al señor pues su
servicio no lleva intereses personales sino espirituales. Las laicas que hacen
su voluntariado en colegios, como catequistas de aula, deben ser invitadas a
los concejos, para dar su opinión sobre los avances o problemas espirituales de
los niños, con el fin de atender y reforzar el trabajo de manera articulada.
¿Como
se organiza la formación de la fraternidad?
La
formación en la fraternidad, va adaptada a las necesidades de la misma y la
población a evangelizar, llevando así de manera equilibrada una formación que
nos lleva al crecimiento personal y a la evangelización eficaz.
¿Qué
hacemos?
Catequesis
(confesión, comunión y confirmación.)
Encargadas
de la formación en la fe de una escuela pública.
Visita
a ancianatos
Elaboración
de Rosarios artesanales
Campaña
kilo laica (dar alimentos a los más necesitados)
Colaboración
a la misión de Kamarata
Formación
en teología.
Encuentros
y retiros mensuales.
Jornadas
de formación semanal.
Construir
Iglesia
Tenemos
que servir a nuestros hermanos laicos, al Pueblo de Dios. El obispo,
finalmente, tiene que servir a todos; es el servidor de los servidores. Estamos
llamados a vivir en el Servicio. La relación entre hermanas consagradas y laicas,
debe ser más estrecha, al punto de compartir retiros y solemnidades juntas,
como parte de la misma familia y el mismo carisma, deben ser tomadas en cuenta
para opinar en encuentros de la provincia, pues su punto de vista es importante
para la planificación provincial.
Los
laicos que quieren ser miembros de esta Orden a cuerpo entero, deben vivir esta
forma de evangelismo, es decir, llevar una vida de unión con todos,
contemplarlo, nutrirse con su Palabra a través del estudio y trabajar por la
salvación de las almas predicando y viviendo esta palabra de Verdad. Un
auténtico dominico está llamado a una profunda vida de oración: organiza sus
encuentros periódicos con Dios: la Eucaristía, el Oficio, los Retiros, la
ReconciIiación, el Rosario; busca tiempo para el estudio de la verdad revelada
y para reflexionar sobre los problemas contemporáneos. El dominico tendrá
pasión por dedicarse, con auténtica misericordia, a remediar las diversas
formas de sufrimiento, a la defensa de la libertad, de la justicia y de la paz.
Esta
forma de vivir, tomada en serio, no es fácil. Exige una verdadera ascesis que
comienza en un reparto preciso del tiempo para orar y estudiar. Y,
naturalmente, se exige abnegación para acoger al otro, escucharlo,
comprenderlo.
El Congreso culminó con una Eucarística
oficiada por el padre José María bueno en el Oratorio del Colegio.
El encuentro posibilitó una fraterna
convivencia compartiendo oración, inquietudes e ilusiones que seguro ayudará a
comenzar el curso en las distintas fraternidades con energías renovadas.